Cuando Jesús nos dijo «Yo estaré con ustedes, todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20) se refería a una presencia multiforme en el corazón de su comunidad. una de las formas, la más eminente, es la de la Eucaristía, en la que Jesús está sustancialmente presente, con su cuerpo y con su alma, con su sangre y su divinidad. Es así el misterio de la Eucaristía. El mismo Jesús que nació en Belén y murió en Jersualén, está en la Eucaristía vivo y resucitado. Es así.Pasar junto a Él un rato es posible en la Ermita de San Cristobal, en la Plaza de la Milagrosa, en La Laguna. Esa puerta abierta de 9:00 am hasta las 8:00 pm nos grita que el Maestro está allí, y nos llama...
Una presencia permanente... Una gracia a nuestro alcance.
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