Durante el año 2020, algunas noches convirtieron la sonoridad de la iglesia de Santo Domingo en un espacio extraordinario para grabar un dico de música de guitarra. Lo hicimos como un servicio a la cultura y al arte que, como decía San Juan Pablo II, "(...) el arte y los artistas son nuestros amigos de la Iglesia, porque nos acercan al Autor de la belleza".
Nos han traido ya el disco con un agradecimiento. ¡Qué bien! La gratitud se la damos a ellos que han querido que Dios acompañara silencioso su esfuerzo por crear arte. Dios les bendiga siempre...
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